Fibromialgia : Enemigo invisible

Quizá no te resulte muy conocida, pero esta enfermedad es más común de lo que parece, y para quienes la sufren día a día puede ser un calvario, donde acciones cotidianas como levantarse de la cama, se convierten en todo un desafío. Quizá podríamos definirla como una montaña rusa de emociones, pudiendo generar en quienes la padecen sentimientos de tristeza, desgano e incluso depresión. Escuchar a alguien decir con frecuencia “Me duele todo el cuerpo” puede ser una alarma de que algo no está bien, sobretodo si esa persona no padece ninguna enfermedad temporal que lo origine como gripe, lesiones u otros virus. Si conoces alguien que sufre de dolores musculares, rigidez generalizada (en especial por la mañana), sensibilidad, sensación de inflamación u hormigueos en manos y pies, podés estar ante una persona que convive con esta patología, y aún no lo sabe. Esta afección puede ser muy difícil de detectar, pero quien la padece estaría muy agradecido de poder identificarla y, por lo tanto, darle un tratamiento adecuado. Diagnosticarlo se puede volver una odisea ya que se trata de brotes de dolor muy intenso intercalado con periodos de calma, haciendo difícil para el paciente expresar adecuadamente los síntomas a los especialistas. Esta dolencia es reconocida por la OMS desde 1992, afecta hasta 4 personas de cada 100 personas, siendo la mayoría mujeres, es una enfermedad que suele manifestarse a partir de los 35 años. Su causa es una alteración de la percepción del dolor a nivel cerebral. Aún no existe una cura y el diagnostico puede llevar hasta años, pero lo importante es que EXISTEN TRATAMIENTOS, y junto a algunos cambios en el estilo de vida resultar ser sumamente efectivos. A continuación, recomendamos algunos tips que pueden ayudar a sobrellevar mejor los síntomas…   Vivir con fibromialgia implica un cambio de estilo…  
  • Tu cuerpo habla, escuchalo: la fatiga es un mecanismo de alerta que tiene nuestro cuerpo para decirnos “necesito descansar, frená”
 
  • A veces decir que NO, es sano: no te sientas culpable por negarte a algunos proyectos u actividades. Aprendé a gestionar los tiempos y administrar la energía para que tu salud sea la primera ocupación, sobretodo en esos días más complicados.
 
  • Dormir, dormir, dormir: uno de los principales aliados del bienestar es el descanso físico. Frente a tantos estímulos cada vez dormimos menos, y cada vez lo necesitamos más. Dale tiempo al sueño.
 
  • Más alimentación sana, menos toxinas: evitá las frituras y los embutidos, trata de mantener una alimentación equilibrada.
 
  • Actividad física, moderada: ya sea deporte, caminata, yoga o cualquier tipo de movimiento que permita a nuestro cuerpo encontrarse con lo saludable, a su ritmo. Es importante conocer nuestras limitaciones para no excedernos. Recomendamos el uso de un podómetro para las caminatas.
 
  • Mente activa, cuerpo sano: aquellos días que no puedas hacer ejercicio realiza acciones que requieran de cierta actividad mental como crucigramas, sudoku, juegos electrónicos e incluso ver series y películas. Quizá no puedas impedir tu dolor, pero si evitar darle atención.
 
  • Pedir ayuda no es de débiles: aprender a pedir ayuda es un acto de humildad y coraje. No creas que molestas para nadie, anímate a pedir ayuda cuando realmente lo necesites ya sea a un familiar, amigo, pareja. Cuando el dolor se hace presente que también lo haga la compañía.
 
  • Contá lo que te pasa: a veces hablar de lo que te afecta puede resultar increíblemente renovador y sanador. Somos seres sociales, la empatía tiene un valor incalculable que debemos aprender a aprovechar. Hablar con familiares, amigos e incluso grupos de ayuda puede ayudarte a dominar mejor el stress y por lo tanto disminuir esos síntomas molestos.
 
  • Terapias complementarias: en la búsqueda de sentirte mejor podés acudir a terapias alternativas. Es un camino válido y puede constar de masajes terapéuticos, acupuntura, quiropráctica, aromaterapia. No te quedes, explorá lo que consideres adecuado para mejorar tu calidad de vida.
 
  • La rutina, una aliada: tener rutinas de días y horarios a veces puede ser difícil pero la verdad es que administrar horarios para tus actividades, para dormir o para comer puede resultar muy beneficioso.
 
  • Médico de cabecera: es muy importante contar con uno ya que te ayudará a comenzar y continuar un tratamiento adecuado. En Clínica CENER tenemos especialistas para tratar esta dolencia, no dudes en escribirnos y pedir ayuda.
      Recapitulando: ¿Que sienten los que la padecen?  
  • Dolor generalizado en articulaciones, músculos, ligamentos
  • Cansancio extremo, rigidez muscular, de mayor intensidad por la mañana
  • Memoria con deterioro y problemas para concentrarse
  • Dolores de cabeza
  • Ansiedad, tristeza e incluso depresión
  • Síndrome de intestino irritable
  • Dolor de cara y mandíbula
  Como decíamos antes, EXISTE UN TRATAMIENTO y todos podemos ser puente de buenas noticias, e incluso ser quien tienda una mano para “levantar de la cama” a quien lo necesite. Si conocés a alguien que puede estar sufriendo de Fibromialgia, por favor, no dudes en compartirle este artículo y brindarle nuestros canales de contacto: CENER Centro de Neurología y Recuperación Psicofísica